¡¡¡CÁALLAAATEEEE!!!

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"¿Te conté que mi problema de incomunicación es no poder incomunicarme?".

SUSANITA (MAFALDA / QUINO)

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"Hablas y hablas mucho; ¿qué no se te acaba la saliva?".

THALÍA

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Qué manía tienen algunas personas de andar hable y hable todo el maldito tiempo y con quien se deje (y si no, lo obligan): persona, perro, piedra... lo que sea. Cómo me cagan. No pueden callarse segundo y medio porque sienten que les va a pasar yo-no-sé-qué. Si no hay nadie cerca, para eso están los teléfonos, y ahora con los celulares... mta.

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Todavía dijeras, hablan cosas inteligentes, pero no, lo peor es que hablan cosas que ni siquiera se acercan a lo congruente. Como dicen las abuelitas: "Nomás hablan porque tienen con qué".

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Dejan de oír tantito ruido y ahí van a decir una bola de tonterías que a nadie le interesan; o peor, se ponen a soltar frases sueltas e inconexas a ver si una les pega y les sale conversación: "¿Qué haces?... El cielo es azul... Está frío...".

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Y si se encuentran con otro igual, son capaces de entablar diálogos enteros sin decir nada relevante; eso si se dejan hablar.

VACACIONES A LA CHILANGA

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Me "encantan" los chilangos. Se la pasan tooodo el año quejándose del tránsito, del esmog, de las aglomeraciones, del trabajo y de todo lo que pueden.

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Pero entonces llegan las tan ansiadas vacaciones en las que pueden hacer lo que se les hinche el huevo y mandar a la chingada todo lo que les molesta aunque sólo sea por unos días, ¿y qué hacen?

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Se largan todos juntitos para saturar de coches las carreteras del país, contaminar las playas, atascar de gente los lugares (no se vayan a extrañar) y cansarse hasta la madre.

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Mientras, la preciosa Ciudad de México se queda vacía de personas y autos, de basura y humo, para beneplácito de quienes decidimos quedarnos o visitarla en estos días.

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Luego regresan todos neuróticos quejándose del tránsito, del esmog, de las aglomeraciones... ¿quién los entiende?